La importancia de Viajar para Aprender

Errores de un fotógrafo

Tomar por tomar la fotografía

El problema de disparar mucho, sin la calma y atención necesarias, es que se aprende poco.

La ráfaga está indicada, especialmente cuando nos encontramos con objetos o personas en movimiento: actividades deportivas, carreras de automóviles… Pero no hay que olvidar que el objetivo aquí es conseguir una imagen con cierta belleza.

Llevar demasiado equipo

 La frase “la fotografía se hace con la mente y el corazón” sigue delimitando perfectamente la frontera entre el aficionado a la técnica y el artista. La fascinación por el equipo fotográfico es comprensible, tanto como lo es la pasión por los relojes y los automóviles, pero el mejor equipo o la mayor gama de ópticas poco van a hacer para convertirnos en grandes fotógrafos.

No ver más allá de lo que tenemos delante

La sensación de confusión, de colores, de ruidos hace que nuestra atención no consiga centrarse en lo que realmente debería interesarnos una vez calmados. Desgraciadamente la mayoría de las veces comprendemos que esto es así al volver a casa y ver que la mayoría de las fotografías que hemos realizado no se corresponden con lo que creíamos haber inmortalizado.

No acercarse lo suficiente

Ello conlleva la necesidad de acercarse a la persona, pero somos tímidos, no queremos molestar o tenemos miedo del otro. Sin embargo, del mismo modo que es imposible hacer tortillas sin romper huevos, es complicado hacer fotografías de personas sin acercarse a ellas.

Olvidarse de comunicar

Los gestos, la sonrisa, la mirada a los ojos, el truco de magia. Aprender a decir gracias es importante, pero lo es mucho más tener una actitud amable y franca independientemente de lo que seamos capaces de decir en uno u otro idioma.